Numerales II
Luego de 2 cuentos de Maupassant, 3 cigarros y ¼ del 4º veo morir este 25 sólo, acostado y luego sentado sobre una banca del Parque Palmares, sitio donde practiqué mis correrías de bicicleta hace más de 10 años y mucho más atrás cuando jugaba juegos de abuela con mis primos y con la guía de mi abuela paterna. El viento esa bestia juguetona que sólo podemos sentir se divierte haciendo temblar los árboles, haciendo que la gente se vista con abrigos mientras algunos niños estrenan los nuevos juguetes y pequeñas porciones de familias se entretienen hablando. El viento, el viento, el viento, ¡el frío! despreocupados del día gris y del inverosímil hace unos años, aguacero mañanero. Me levanto sin ver el último estertor de naranjas, violetas y fuegos. En esos
“Anda deja que te desabroche un botón,
que se come con piel la manzana prohibida.
y tal vez no tengamos más noches,
y tal vez no seas tú, y tal vez no seas tú, la mujer de mi vida.”
Y si amanece por fin canción 03 del disco Mentiras Piadosas (1990)