domingo, 2 de noviembre de 2008

A media tarde

….justo cuando me di cuenta que estaba a unos minutos de ser feliz, me marché. en una de mis tantas despedidas de gato cimarrón, con apenas testigos y en soledad.

ahí me despide del resto, claro, muchísimas gracias, no se preocupe.

enfrentarme a la resaca de la avenida central de san josé, bulevar luego de una fiesta. un mechón de su olor, entre el café los cigarros y mi vuelta trabajosa y todavía insegura. la parada está tan lejos, huyendo del dolor de cabeza y la boca reseca. café y cigarros mientras esquivo cuerpos en la avenida central de san josé, en resaca; luego de una fiesta, el bulevar.

…justo cuando me di cuenta que estaba a unos minutos de ser feliz, me marché. dispuesto a no dejarme atrapar en esa trampa. en una de mis tantas partidas de gato cimarrón, con sólo una testigo y cuándo menos se lo esperaba.

luego, con el viento de la autopista cortándome la respiración, a la altura de las tres de la tarde de un sábado que fanfarroneaba con aguaceros más tarde, caí en la cuenta que era dichoso.

con resignación, me abandoné a la sonrisa en la cara mientras el bus estaba cada vez más cerca de alajuela.

4 comentarios:

  1. Los buses dan para pensar, para saber, para entender, y esa pista que tienen ustedes hacía Alajuela y la nostalgía...

    Saludos a deshora.

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  2. Concuerdo com amorexia... los buses son pausas en el espacio/tiempo que nos permiten divagar un rato con nosotros mismos

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  3. Uno no sabe cuando el rastro de la noche deja un estela que uno queria seguir oliendo pero el autobus la arraso consigo =(

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  4. Ese estar a punto de ser feliz ya sabe amargo; una propuesta sería quedarse sin anhelar nada, pero ese ya era un estado de felicidad que, como todos, no queremos reocnocer.
    Me pido la felicidad sin definición, que no exista como palabra, a ver si por esas...

    Un saludo (tanto tiempo)

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