Dándole varias vueltas al asunto
Vos llegás frente al monitor con esperanzas
llegás y te creés un Bécquer -y esperás los lajazos por cursiloide, y aún así no te arrepentís de haberlo nombrado-, un Borjes, un García Márquez, un Buchowsky -y sabés que lo volviste a escribir mal, nunca te acordás de la correcta ortografía-, un Salazar Herrera, un Sabina -más lajazos por “lugarero” común-, un Gutiérrez Mangel, un Onetti, , un T-800 -el “termineitor” bueno de Terminator 2-
veinte minutos antes ya tenés listo el esqueleto de lo que querés hacer, un cigoto del monstruo
en el saco amniótico de tus lóbulos cerebrales, en una
neurona un salto cuántico da pie a un Bing Bang
neurona un salto cuántico da pie a un Bing Bang
saboreás un café con el monitor allí enfrente, vos tranquilo, en plena mórula de monstruo
luego al teclear la primera letra te das cuenta que ya no es tan buena idea, que es una estupidez y que por eso mismo lo has olvidado tres milésimas de segundo antes de teclear la primera letra
y es como si te despertaras y ya no recordaras el sueño en donde Brahma soñaba con vos
-Puta, es que ni pa' mal escritor sirvo.
Hola. Felicidades por tu blog. Ya que tenmos los nombres del blog casi iguales ¿nos enlazamos?
ResponderEliminarSaludos cordiales
jaja, a mí me sucede aquello muchas más veces que a ti al parecer... tengo un montón de pruebas que corregir, me da cargo de conciencia redactar algo... ya vendrá... por mientras: ;*
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