sábado, 14 de julio de 2007

Cosas de principio de Tercer Milenio

La soledad, tan sola.

Tanto como el estrés, una de las más terribles enfermedades de estos tiempos de soluciones punto com; de bálsamos a crédito; de apaciguar la culpa con regalos sin tiempo para ver cómo se disfrutan; de terroristas y naciones tenebrosas con las cuales "siempre hemos estado en guerra" al mejor estilo de 1984.

La soledad, tan absoluta

tan abrumadora

tan de uno


Alcohol, sexo con la primera o el primero que se pueda, drogas, blogs, foros, hi5, lastfm, ringo, mésenyer -o similares-, religión o espiritualidad...

¿qué más? Para sublimar el horror de saberse/creerse solo.


La soledad y la tabla de náufrago de la religión o espiritualidad

tan comerciable


Sólo así me explico que estas cosas pasen (a pesar del pretendido alto nivel de cultura, inteligencia y civilización de esta época en general):


Al principio me reía de la credulidad de tantos en un charlatán de este calibre, "¡sólo en latinoamérica! ¡bendito realismo mágico! JAJAJAJA".
Trato de racionalizar esta coyuntura y sí lo logro. Eso no quita que ahora quienes se han comido el cuento de este estafador me dan lástima -lo que es mucho peor-.

2 comentarios:

  1. Yo tampoco lo podía creer. Y al parecer muchos negocios de Tattoo empezaron al colgar anuncios de: "No se tatúa el 666", imagino que temían alguna represalia de las iglesias actuales.

    Esto también se podría leer como censura, porque ¿quién no tiene el derecho de tatuarse lo que quiera?

    ;-)

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  2. Bueno, mientras les sirva para llenar ese "algo", todo bien. Lo veo similar a la gente que sale de compras cuando estàn deprimidos. Estos se tatùan y tienen pines.

    Saludos

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