sábado, 20 de octubre de 2007

Te estoy echando el cuento*

*En tico, "echar el cuento" significa flirtear, abordar a alguien

Tenía rato de no escribir. Ahora en menos de dos semanas terminé dos, aunque el otro todavía lo tengo que revisar.

Aquí les presento estos garabatos, para no perder la costumbre de mis (Des)cuentos, en mi vida anterior de buitre:

En algún momento del temporal

Los motivos del señor son misteriosos decís, como un perdón al mundo o algo para no mandar a la mierda todo, decepcionado de las sorpresas que últimamente no han sido buenas. Ya mejorarás le guiñás un ojo a la suerte, que bien podría ser condescendencia o amenaza. ¿Quién sabe? Ni vos lo tenés claro. Auqne también podría ser resignación para nada religiosa porque hace mucho que no te dirigís a ese Dios más que para mandarlo a una bien merecida mierda, según vos y tus signos de admiración. Caminás bajo un cielo que se aburrió de lloviznar, al menos por el momento. Igual sabés que no va a durar mucho esta tregua de conmiseración, no vaya a ser que se ahogue todo el mundo y ahora sí, asumiendo que la historia bíblica fuera cierta, no habría nadie lo suficientemente previsor para hacer un barco que salve a animales y a humanos… o lo suficientemente loco que le haga caso a voces desconocidas que a la postre y por suerte resultó útil pensás, mientras ensuciás un poquito de aire con un cigarrito de vicio. Que los hay para acompañarse, para culminar una buena comida, para calentarse, para iniciar el día y finalizarlo, para acompañar una cervecita o un cafecito, para… bueno para cualquier excusa, que hay muchas y por tanto no es malo echar mano de ellas. Pensás, y la parada está atestada de gente. No llega el bus, ah sí, también existe el cigarrito que atrae buses, ese que apenas encendés y aparece el vehículo de transporte público con un ronroneo que siempre parece una risita irónica. Majás la colilla con toda la malignidad y el resentimiento que traés encima, todos los justos reclamos que no hacés porque sabés que eso no cambiará nada. La muchacha de la par, extra número cien del día, ves que se abre la blusa para amamantar a un niño de meses. Entonces considerás que a lo mejor no es tan extra como creías. Te le quedás viendo con algo que no sabés si es calentura o curiosidad. Hace rato que no estás tan cerca de una teta desnuda. Y al fin llega el bus y todos se levantan y ella no puede, entre la bolsa de las cosas del bebé, el niño mismo y la indefensión de poder enseñarlo todo en un strip tease improvisado, entonces te decidís a ayudarla. Te acepta el ofrecimiento y entonces cargás la bolsa y hacés algo de muralla para que se pueda cubrir, le prestás un brazo para que se pueda subir. Ya el bus está lleno y pensás con molestia que no te hubiera tocado ir de pie si no te hubieras puesto a jugar de caballero. Otro caballero le cede su puesto a la muchacha casi niña con el niño y vos no se preocupe, yo le llevo el bolso. Sentada al frente tuyo y el condenado güila se pone a llorar como si lo estuvieran despellejando ahí mismo y ella, otra vez, se abre la blusa y le da de mamar. Vos viendo desde una posición muy panorámica y no podés hacer nada con la erección, que nadie nota, al menos. Te sentís como una mierda, porque es una mamá y está dando de mamar, no esto no debería de pasar. Algo de prohibido o de obsceno tiene esto, que no sacás muy en claro qué. Con la angustia y la culpa ya se te baja y respirás tranquilo y ves a otro lado. Ya me voy a bajar te dice y entonces golpeás a todos los que están a tu alrededor mientras le pasás el bolsón incómodo, sentís el agradecimiento infinito de tu hombro izquierdo. Te le quedás viendo como si se te fuera algo lindo, lo único lindo del día. Suspirás un los motivos del señor son misteriosos y el güevón de la par ya se ha sentado en el asiento que ella dejó libre.

Mascás un chicle con paciencia de vaca, no sabés qué pensar, todo parece viejo y gastado. El mismo clima de depresión con su lluviecita necia que te tiene los pies empapados desde que saliste de casa, tengo que comprar zapatos pensás y escupís sin glamour el chicle al suelo. No te sentís mal por el pobre diablo que se vaya a parar sobre él. Como ayer y desde que comenzó el temporal, hoy no estás para sentir compasión por nadie. Los motivos del señor son misteriosos, pensás mientras removés con el pie izquierdo una bolsa de papitas que ya estaba allí antes que vos llegaras. Te acordás con una insistencia que no te gusta de las mierdas que te están jodiendo. Tenés hambre pero no tenés tanta plata, hacés un cálculo breve, confirmás al tacto las monedas y buscás dónde comprar un par de paquetes de galletas y uno de cigarros. Así se te quita el hambre y evitás una futura gastritis. Reconocés a conciencia que tu suerte es una hijadeputa y que no, todo sigue igual que ayer, te sentís igual. Vas a la parada, esta vez el bus no demora. Sos el único que espera. Te subís y otra vez de pie.

Entonces te da por extrañarla.

San Pedro de Montes de Oca

Bus Sabanilla – San José

Bus Alajuela – San José (en su viceversa)

Alajuela Centro

20 de octubre, 2007

6 comentarios:

  1. ay dueleeeeeee

    te invito a ver m�s dolores en mi nuevo blog


    ambiguatristeza@blogspot.com

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  2. Como somos los seres humanos que siempre terminamos sintiendo culpa de cosas que al fin y al cabo debemos reconocer que nos llaman, como cuando llama la sangre.

    Un gusto volver a encontrarlo antiguo Desahuciado.

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  3. muy lindo.

    yo también odio al mundo desde que empezó el temporal.

    El cielo también dice NO

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  4. Alguna vez, dentro de muchos años repetiremos: "eran días tan grises como nuestros pulmones". Y tal vez nos crean, sea por el precipicio en el que se haya descarrilado CR o por el enfisema...

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  5. No es ni prohibido ni obseno, es una mujer... Tal vez sì halla quien quiera creer, y qué habría pasado si nadie hubiera querido escuchar... La lluvia ama tanto, tanto como el Sol, y como todo en la vida, el Amor trae consigo tambien un poco de dolor, porque diay! qué queda!! Asi es esta compleja vida en la que estamos, y aunque te parezca asco muchas circunstancias que te esten pasando acordate lo aburrido que seria vivir si no hubieran dosis de reto, de dolor, duda y soledad para superar, para darse cuenta de què estamos hechos, què hay de bueno en nosotros... La pròxima que te toque una de esas mañanas lluviosas y grises que te provocan solamente quedarse un rato mas en las cobijas (es lo que me pasa a mi!jaja) trata de hacerlo por el placer que eso te produzca, y si te toca levantarte y enfrentar las Nubes, pues que queda! Escupì el aburrimiento y dejate inhundar por tanta energìa que todo esto genera en y para vos... Para mì, lo misterioso NO está en los caminos, en lo que pasa, sino en cómo YO viva lo que camino, lo que me pasa.

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  6. Depende de cómo se piense, se sienta, no se debería sentir culpabilidad por muchas cosas más.

    Saludos

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