domingo, 12 de octubre de 2008

Posmodernidades

Toda la tarde he estado estudiando… bueno está bien, tres horas no es toda la tarde… dos horas… no es toda la tarde, pero la subjetividad de la percepción es lo que permite construir -muy en su base- percepciones objetivas.

Toda la tarde, ahora sí, entre música griega, Soda Estéreo, Pink Floyd y Bajofondo. La lista del reproductor todavía no ha hecho circular a Buena Vista ni a Calypso Limón Legends.

Descarté Aute, el Floyd en chill out, selección varia de Sinatra y alguillo más. El día no estaba para esos trotes.

Yo solo en mi casa, solazándome en un domingo sin distracciones. Cuando caigo en la cuenta que hoy es 12 de octubre. Día del Descubrimiento de América, Día de la Raza, Día de las Culturas, Día del inicio de la Rapiña. Así ha sido llamado desde que me acuerdo hasta ahora. Según lo que pensaba cada persona que me daba a conocer lo que significa esta fecha, de acuerdo a su posición ideológica, su crítica o su simple conocimiento del asunto sin que se quisiera meter de lleno a analizar el porqué.

Algunos lanzan loas a los indígenas y otros consideran que es una molestia ponerse a pensar en esto, que hay cuestiones más importantes y menos aburridoras en la agenda de preocupaciones.

Costa Rica no tiene indígenas, es la postura oficial. Consultarle a esos nada, es una pérdida de tiempo, dijeron los señores del Congreso, con respecto a la última ley de implementación del TLC.

TLC que hace un año fue aprobado en un referendo trucho -es decir, viciado, arreglado, falseado, etc-. No en cuanto a su proceder más básico y legal, que es necesario mejorar, por dicha. Sino en cuanto a los alrededores: financiamiento, injerencia mediática, injerencia extranjera. Es ahora un momento para reflexionar, qué de lo que se prometió, qué de lo que se amenazó, qué de lo que se advirtió, qué de lo que se culpó al otro es real, falsedad, o ambas.

Podemos tomar el punto de la intervención extranjera. Porque sí, tuvieron razón los que dijeron que regímenes extranacionales y que lesionan los derechos humanos se inmiscuyeron en un proceso que sólo nos competía a nosotros y a nadie más. Pero eso se sabía desde siempre. Por dicha la administración Bush está dando sus últimos pataleos de ahogado.

Administración desastrosa, tanto en lo doméstico como en lo internacional. Con crisis financiera global como cereza del pastel de su paso por el sillón de César de Washington. Que la culpa no es de él, en parte. También la tienen los señores de Wall Street y sus adoradores. Y todos aquellos que predicaron con mayor insistencia que misionero en tiempos de Inquisición, desde adefesios como el FMI o el Banco Mundial, que el libre mercado es la cura de todos los males. Ahora que el estado interviene sobre la mano invisible –y completamente pipiriciega- del mercado. Interviene con dinero público para salvar capitales privados, ummm… Sorprendente.

En tanto guerra en Irak -el Vietnam del nuevo siglo-, en Afganistán y bombardeos esporádicos sobre Paquistán. Mientras Osama sigue cortando flores en los jardines de Camp David, digo, sigue escondido y planeando el próximo atentado… ¡Claro! La crisis inmobiliaria fue causada por Al-Qaeda, ¿cómo no lo vimos venir? Malditos terroristas.

El miedo es algo que se mete con fuerza y se va suavecito. ¿Cómo no tener miedo si nuestro mayor socio comercial se cae como el puente de Londres? Sin ninguna bella dama que al menos nos consuele y nos diga mentiras de amante. Pero se cae y arrastra a todos por igual, especial aquellos que están amarrados a él. Me pregunta qué habrían pensando los habitantes de la Galia cuando los bárbaros saquearon Roma.

En nuestra Roma las elecciones del César. Un afroamericano con nombres de terrorista o un veterano de guerra de Vietnam que sigue considerando en mantener la fallida guerra. La pregunta de fondo es: ¿será este el nuevo Rómulo Augústulo? ¿O lo fue este hijo de Bush?

Ya sólo faltaría hablar del cambio climático y su nosvaallevarputaatodossinexcepción.

1 comentario:

  1. Yo igual suelo todavía estudiar con música, si no no sirve, pero suelo preguntarme y juzgar menos por lo que todavía no ha ocurrido, el TLC, aprobado en un referendum irrespetado, viciado por ambos bandos por igual, mentido, manipulado y con intervención extrangera; hasta hoy desde ambas trincheras; me pregunto entonces si la democracia es un trasto que sirve solo cuando soy mayoría?

    Saludos a deshora.

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